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Tic Tac – La Puntualidad alemana

De la serie diferencias entre Alemania y España.


Además de las diferencias culturales y lingüísticas, existen, por supuesto, otros factores que a menudo se pasan por alto en el conocimiento general. Nos gustaría destacarlos con nuestras aportaciones.


Numeros relojes, de diuferente estilo, indican la hora
La impresión es que el reloj está desapareciendo cada vez más de los espacios públicos.

Para los alemanes, la puntualidad es un «deber», «una virtud» y «una regla» que determina muchas cosas. En nuestra investigación, encontramos dos posibles explicaciones relacionadas con la puntualidad alemana. Para ello, sin embargo, tenemos que retroceder un poco en el tiempo.


Pero ¿por qué es tan importante la puntualidad y de dónde viene?

No está del todo claro cuándo se estableció la puntualidad como virtud en Alemania, ya que a los alemanes se les suele asociar más con virtudes como la lealtad, la diligencia y la valentía, o con el amor al orden, la obsesión por las normas y el militarismo.


En primer lugar, es preciso señalar que el siglo XIX fue una época de notable industrialización, pero no en Alemania: la mayoría de la población trabajaba en la agricultura (alrededor del 60 % eran agricultores) o mano de obra, y mucha gente estaba en paro y muy empobrecida. Otros países, como Inglaterra y Francia, exhibían un mayor avance en el proceso de industrialización.


Hasta el siglo XIX, los agricultores alemanes no eran libres, sino en su mayoría siervos.

La tardía industrialización de Alemania se explica probablemente por su fragmentación territorial, política y económica, caracterizada por la presencia de múltiples estados y comunidades dentro de su territorio. En aquel entonces, la uniformidad en aspectos como pesos, medidas y divisas monetarias era prácticamente inexistente. Además, los aranceles mantenían a los mercados nacionales cerrados, lo que dificultaba aún más la evolución. Fue solo tras la formación de la Confederación Germánica (del Imperio Alemán) cuando Alemania pudo iniciar el proceso de industrialización.


La proclamación del Imperio Alemán (18 de enero de 1871), óleo de Anton von Werner, 1885
La proclamación del Imperio Alemán (18 de enero de 1871), óleo de Anton von Werner, 1885

El desarrollo económico de Alemania a mediados del siglo XIX se caracterizó por la transformación de la agricultura, el inicio de la industrialización y la creciente integración de la economía política.


Fue precisamente la expansión de los ferrocarriles, que impulsó decisivamente la producción siderúrgica y la ingeniería mecánica, lo que permitió a Alemania recuperar rápidamente el retraso. La industrialización generó una significativa cantidad de oportunidades laborales, pero para asegurar el funcionamiento óptimo de la industria, se requería una alta confiabilidad en la puntualidad de los trabajadores.


Ferrocarril Bonn-Colonia hacia 1844
La construcción de ferrocarriles como expresión de la revolución industrial (Ferrocarril Bonn-Colonia hacia 1844)
Hacia 1800 no había ni una sola línea de ferrocarril en Alemania; cien años después, ya había 50.000 kilómetros de vías.

Aquellos que aspiraban a preservar su empleo se veían obligados a demostrar una atención absoluta al tiempo. Aquellos con recursos económicos que no dependían de un empleo en dicha estructura podían permitirse ser impuntuales. La puntualidad se erigía como un valor fundamental tanto para el individuo como para el correcto funcionamiento de la maquinaria productiva. Este sistema hizo posible que la economía alemana se pusiera al día e incluso se convirtiera en la pionera de Europa en algunos ámbitos, como la industria automovilística.


Fábrica mecánica de Krupp con transmisiones por correa de las máquinas, hacia 1900
Las condiciones de trabajo en las fábricas eran a menudo duras: en 1872, la semana laboral media era de 72 horas.

Vayamos un paso más allá y fijémonos en el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial. Tras la debacle de 1945, cuando la nación alemana estaba en declive, las virtudes alemanas que antes habían sido tan alabadas perdieron su valor, incluso entre los propios ciudadanos alemanes.


Cartel de la Segunda Guerra Mundial que muestra a un militar con una copa de champán de las bodegas Feist Feldgrau de Fráncfort del Meno.

La imagen belicosa de sí misma dio paso a un cumplimiento de los plazos sumamente riguroso, a partir del cual se desarrolló con el tiempo el milagro económico alemán. Este logro no solo impulsó el desarrollo económico alemán, sino que también facilitó su éxito en otros ámbitos. Probablemente en este momento la puntualidad se convirtió en uno de los factores más importante en la búsqueda de una nueva autoestima nacional.


«Cinco minutos de adelanto es la puntualidad del alemán», como dice el folclore...

Aunque no es posible precisar el momento exacto en que la «puntualidad» se convirtió en una de las virtudes alemanas, puede decirse que desempeñó un papel importante en el desarrollo de Alemania, de forma intencionada o no. Hoy en día, a pesar de que los tiempos son diferentes, la puntualidad sigue siendo importante para la mayoría de los alemanes.


Los impuntuales son considerados poco fiables y arrogantes. Tanto en el pasado como en la actualidad, debido a la importancia del tiempo, hacer esperar a los demás es sinónimo de desperdiciar cosas valiosas o de una actitud de poder y dominio y falta de respeto hacia los demás.


En Alemania si una cita o reunión está programada para las 9 de la mañana, no debería llegar antes, pero definitivamente tampoco después. Cinco minutos tarde sigue siendo aceptable, un retraso de hasta un cuarto de hora (das akademische Viertel) sólo se perdona con una buena explicación, siempre que se haya informado brevemente a la persona que está esperando.


Palabras finales

La pérdida de tiempo y la ociosidad no están (todavía) previstas en los procesos de trabajo alemanes, todo está cronometrado con precisión, de lo contrario pueden producirse errores. Al fin y al cabo, también gracias a la puntualidad Alemania ha logrado convertirse en la potencia económica más fuerte de Europa y en la tercera economía del mundo.


La puntualidad tiene un alto valor en Alemania y por ello es recomendable si quiere trabajar con empresas alemanas y/o vender sus productos y servicios a clientes alemanes debe estar preparado (no solo puntual) para poder ser competitivo en el mercado objetivo alemán.


Según estos criterios, se puede llegar a la conclusión de que todo funciona perfectamente en Alemania. Pero no se preocupe, no es así, porque Alemania, por ejemplo, tiene un gran problema con la puntualidad de Deutsche Bahn* (que, recordemos, fue el eje de la industrialización). En los últimos años, la Deutsche Bahn fue más impuntual que nunca. En algunas líneas ferroviarias, uno de cada dos trenes llegaba tarde. También, la puntualidad en la finalización de grandes proyectos de construcción como el aeropuerto de Berlín, que no se puso en funcionamiento hasta 2020 en lugar de 2011 y costó 7.000 millones de euros en lugar de 2.000 millones, demuestra que no todo sale según lo previsto en Alemania.


*Deutsche Bahn comparable con Renfe en España


Si desea saber más sobre Alemania o necesita más información antes de desarrollar sus actividades empresariales en Alemania, escríbanos a info@awantgarde.com.


Nota de género: por razones de legibilidad, en este artículo se utiliza el masculino para los nombres y sustantivos personales. Los términos correspondientes se aplican a todos los géneros en aras de la igualdad de trato. La forma abreviada se utiliza únicamente por motivos editoriales y no implica juicio alguno.



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